Encontrado en una tumba funeraria, solía ser el atributo de una mujer. El fallecido llevaba una pulsera de cristal en el antebrazo izquierdo, que se encontró intacta. El carácter fragmentario del esqueleto impedía distinguir con seguridad el sexo del individuo. El brazalete no estaba soldado, como ocurría siempre en esta época, y se hacía estirando una masa vítrea. En el perímetro exterior se desarrolla una decoración que forma un relieve con muescas. En Lorena, se han encontrado brazaletes de la misma familia en Liverdun, Villey-Saint-Etienne y Woippy.