Descubierto a los pies de la catedral de Estrasburgo en 2012, durante las excavaciones del campamento de Argentorate, este fresco adornaba una de las casas de los seis tribunos al mando de la legión romana. El fresco es una técnica pictórica que requiere cierta habilidad y rapidez por parte del artista. Después de colocar un revoque húmedo, compuesto de cal y arena, el pintor debe aplicar rápidamente los pigmentos antes de que la superficie se seque, para que absorba los colores.