© Hervé Paitier, Inrap
© Hervé Paitier, Inrap
Dioses para la guerra
LLos romanos adoran a una multitud de deidades, cada una de las cuales gobierna uno u otro aspecto de la vida humana. Minerva, entre otras atribuciones, es la diosa de la guerra; representa la guerra bien regulada, en contraste con Marte, que preside las batallas más violentas. Los camafeos antiguos suelen representar a deidades. Estos objetos funcionaban como amuletos: para el poseedor de este ejemplar excepcionalmente fino -probablemente un personaje de alto rango- se trataba de atraer la benevolencia de la diosa en sus empresas militares. Mientras que Minerva suele ser representada como inmóvil y pacífica, aquí se hace hincapié en su carácter de luchadora, armada de pies a cabeza y montada en un carro tirado por dos caballos en plena carrera..