Collar de cuentas de ámbar y cuentas tubulares acanaladas de oro. Estos objetos se encontraron en el entierro de una mujer de la Edad de Bronce. Las cualidades estéticas y la rareza del ámbar lo convirtieron en un producto codiciado por la élite de la Edad de Bronce. La materia prima solía proceder de Jütland y de la costa del Mar Báltico.