En el siglo II d.C. se construyó un sistema de abastecimiento de agua en el emplazamiento de la actual Ciudad Judicial para transportar agua potable. El agua era transportada por tuberías de roble de poco más de 2 metros de longitud. Se colocaron de extremo a extremo con un sello metálico. A intervalos, se realizaba un agujero rectangular (protegido por una tapa) que servía de boca de inspección y permitía el acceso a la tubería interior para extraer el agua o para su mantenimiento. Cuatro de ellos llevan un doble sello marcado con hierro: R P B V, por RES PVBLICA BITVRIGVM VIVISCORVM: "propiedad del territorio de Bituriges Vivisques". "
Estas inscripciones son indicios muy valiosos de la organización del transporte y la distribución del agua en la ciudad de los Bituriges Vivisques (pueblo celta asentado en Burdigala). Este acuerdo público atestigua el control y el dominio de la autoridad pública en el ámbito de la distribución y la gestión del agua potable en Burdigala. Lo mismo ocurre con las redes de alcantarillado.
Estas tuberías se colocaron entre el 158 y el 162 d.C., lo que se determinó mediante dendrocronología (datación por el número de anillos leídos en el corte de la madera).