A lo largo de la historia, la reutilización de elementos arquitectónicos es habitual en la construcción. Permite construir y decorar estructuras arquitectónicas a menor coste, sustituyendo elementos de los edificios que han perdido su sentido y, por tanto, su utilidad. Este elemento arquitectónico de un muro del muelle romano de Marsella era, pues, originalmente un relieve que decoraba un mausoleo romano primitivo, situado cerca de una puerta de la ciudad.